Letras



At 1:57 p.m. on 19 enero 2006

la agresiva seductora busca alimentarse en la librería. la inocente elegante lee en un pasillo de la librería. la agresiva seductora se le acerca cuando ya sus miradas han cruzado mas de tres veces, sonrientes miradas. la agresiva seductora sabe lo que hace, le sonríe, le dice que le gusta el gloss de sus labios. le pregunta de quien es. la inocente elegante le contesta y le dice que el color de sus labios también le ha gustado. sonríen. leen el mismo libro, cada quien el suyo. la agresiva seductora sabe lo que hace. la inocente elegante se derrite con las palabras de la agresiva seductora. la agresiva seductora le explica lo que sabe del tema aquel, el de el libro. la agresiva seductora alcanza otro libro para explicarle un poco mas del tema y le roza el pecho a la inocente elegante. la inocente elegante se enciende, se humedece. a la inocente elegante le fascina que se aprovechen de ella, "me encanta dejarme, así sientes mas placer". la agresiva seductora nota eso, se dio cuenta que hoy se la llevaba a su casa a como diera lugar. el novio de la agresiva seductora no estará esta noche y la inocente elegante tampoco estará con su novio esta noche. la inocente elegante se da cuenta que la agresiva seductora lo esta haciendo con tanto tacto que se empieza a asustar. pero cuando se asusta la inocente elegante se enciende mas, pierde el control y le deja todo a quien la seduzca. la han seducido varias veces, y se deja llevar, así siente mas placer. la agresiva seductora la invita a su casa para enseñarle su colección de libros de aquel tema. la inocente elegante lo piensa, ella sabe que en estos momentos no quiere nada mas que dejarse llevar. a la inocente elegante le podrían ofrecer joyas, billetes, casas para que no lo haga, pero en ese momento, rechazaría hasta a su propio novio por dejarse llevar por la agresiva seductora. accede. la agresiva seductora no va a dejar que se arrepienta y le exige que se suba a su auto. no le pregunta, ya le exige. el pulso estalla. siente el frió de la humedad cuando salen a la calle. se suben al auto. la agresiva seductora se da cuenta que la inocente elegante se puede arrepentir, y ella sabe que cuando una mujer se retracta es muy difícil convencer y ella no quiere perder su tiempo. la agresiva seductora sabe lo que quiere. llegan a la casa, la pasa a una recamara, enciende velas, le prepara un te, le muestra los libros, era verdad, en efecto si sabe del tema. que casualidad, o quizás a las presas de la agresiva seductora las estudia mucho antes de que las busque o quizá el tema aquel, el del libro es un tema que atrae esa pasión en las mujeres inocentes/seductoras/fragiles/aventureras. la agresiva seductora le sigue alimentando con rosas y bellos aromas verbales. aromas seductores que en cualquier momento se convertirán en fuertes apretones, a la agresiva seductora le gusta dejar marcas en la piel. la agresiva seductora le quita los zapatos, la hace sentir en casa, el ambiente del la recamara es calido, maderas, libros, luz tenue, aromas orientales.

ellas son dos mujeres lindas, bellas, como una de las hermanas de tu amigo, como una de tus amigas con novio. hoy, están en una situación ardiente. la inocente elegante ya había besado a otra mujer, sin embargo la pararon a la mitad y desde entonces, es una obsesión la de ella sentir de nuevo a una mujer. pero el momento tiene que ser especial para la inocente elegante, no con cualquiera, no siempre. hoy era el momento y la persona perfecta era la agresiva seductora.

se recostaron bocabajo con los codos en la cama, las dos, solitas, compartiendo un libro, leyéndose. sonreían por dentro y por fuera. la inocente elegante se sorprendía de estar muy atenta a aquel tema, aun estando ardiendo por dentro. habían pasado dos horas desde que se conocieron, la inocente elegante sentía que tenia dos minutos todo ese evento. se volteaban a ver a los ojos, se reían, sonreían, emocionadas. se olían, se sentían, se tocaban las manos al pasarse el libro. se decían bellas cosas. acercaban sus rostros, muy cerca, mejillas rosaban, aromas eróticos, humedad en la entrepierna de ambas. se morían por explorarse. el gloss labial de la inocente elegante toco el color de labios de la agresiva seductora, cerraron los ojos.

cierra los ojos


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