Letras
At 11:30 p.m. on
06 febrero 2005
_Bueno, después de haber tenido luz verde para cristalizar mi proyecto de espionaje, he decidido que aquí en este blog contare mis aventuras de agente secreto. He trabajado, por el momento ya no, para una entidad bastante grande y reconocida en el mundo. Es imposible nombrarla, tendría que matarlos a todos ustedes después de contarles. Hasta próximo aviso, no estaré empleado por esa entidad [que pudiera ser un país], descansaré en un hogar ahora que ya no necesito estar de clandestino por un par de semanas. En fin, me desahogare aquí, contando sobre mis labores de espionaje, de informante, estratega, tempest y técnicas de radiación electromagnéticas, investigación y servicios especiales, sweeps, contra vigilancia de sabotaje, esteganografia, etc. entre varias otras labores. El hecho de que este lugar sea ahora un lienzo contraresta la posibilidad de ser investigado, la credibilidad o el hecho de abiertamente divulgar ese tipo de actividades, automáticamente me pone aquí como alguien que no es un agente, asimismo, el hecho de hablar de que no lo pudiese ser, confirma una mayor duda entre cualquiera involucrado. Quien esta seguro de que este blog es de Paolo R. Alberti? o de un tal Aarón, o de un apodado Fucser. Quien podría dudar o confirmar que este blog no es un bello ejemplo esteganografico para transferir fondos / información desde Los Angeles a Paris vía Barcelona. Quien pudiese confirmar que la persona que escribe esto no controla a el prestanombres [que en si es semi-clandestino]. Poco a poco saldrán las cosas, si en algún momento me encuentras en la calle [ya sea a mi, a Paolo, a Aáron o a Fucser {a este lo dudo que lo encuentres, tienes que ser muy pero muy especial}] e intentas preguntarme o preguntarles sobre esto, podrías tener consecuencias, es mejor que te abstengas, podrías confundirnos y podrías involucrarte en un conflicto internacional.
_No tengo un lugar fijo para vivir. Le necesito, lo necesita mi cuerpo. Quiero llegar a mi casa, cual será mi casa, de cuanto será mi casa. La tengo que hacer, ya no se estar así, ya no quiero estar viviendo en un limbo físico-emocio-económico. Cansado pero con toda la energía del mundo, disfrutando al máximo y con culpa, buscando dos dolares en penys para poder llegar a Columbia y platicar de mi jale. Complejidad y contradicción se llama el libro de Robert Venturi. Les creo mas y mas a los Po-Mos de los ochentas, así como le creí a esa chica en aquel café parisino, no es el valor de ese libro lo que vale, si no la escencia del contenido.
fucser