Letras



At 6:32 p.m. on 18 enero 2005

Del porque de escoger el olfato a el sabor.
¿Que preferirías perder si tuvieses que perder algún sentido?

Bueno, ni la vista ni el del oído ni tampoco el del tacto, con esos no me meto. Quedaban el sabor y el olfato. Lo primero, lo mas lógico fue decidir por quedarme con el sabor, jamas podría yo perder ese sentido, imagine la comida, los dulces, toda gastronomía que me pruebo. Después pensé en la mujer y me arrepentí de mi decisión. Hubiera sido demasiado tarde haber escogido así, porque jamas podría vivir sin oler a la mujer, jamas, jamas, jamas. El aroma me excita, me prende, lleva a lugares infinitos. Probar a una mujer es rico, pero olerla es fascinante, es éxtasis o el comienzo de el. Oler a una mujer es el inicio del amor, de la conquista, de toda conexión entre una pareja. El aroma prende y ahorca de placer, paraliza corazones. Oler a una mujer es fantasía pura, es sueño y es una hermosa añoranza. La piel, las manos de una mujer, su cuello, sus rodillas, su espalda, oler es divino.


fucser