At 5:42 p.m. on
18 octubre 2004
Creo que fue por aquella ves que llegué a un puesto de tacos a comer, solo, quinceañero, rojo de la cara, hormonas incontrolables, etc. Las chicas, de escasos 16 17 años todas [ calculo unas 10 chicas ] estaban agarrando una linda cura, yo llego y se quedan calladas, como diciendo: perfecta oportunidad para poder agarrarnos a madrazos verbales y desquitarnos de todo lo que nos han dicho los hombres cuando están en grupo y pasamos solitas. Pues me sentí como sirvienta que va al pan a las seis de la tarde y pasa frente a al bancomer que están construyendo. Uta, me gastaron como jefas, me daba hasta cura después, por las lindas carcajadas que se escuchaban a mi costo. Hasta el taquero se intimido. Yo quería pasar de mi mudez pero fue imposible, no pude decir una sola palabra. Me hicieron pedazos. Carrillita de toda, sexual, física, hasta de mi carro se burlaron. Al yo ordenar para llevar [ iba a ser imposible quedarme a comer ahí aunque ese era el plan original ] y salir casi corriendo del lugar, una de ellas, la de la mochila azul, que me agarra las nalgas, no manches hasta las nalgas me agarraron y yo, como buen mariconazo que me vi, ni voltié, jajaja, hoy, hasta hoy me las puedo curar de eso.
Entonces, estoy frente a un grupo de chicas de entre 17 a 34 años y aparte del sueño erótico que tendré en la noche, estando ahi me podría llevar al descool de mi.
fucser
