At 11:14 a.m. on
13 agosto 2004
Acabo de ver lo que puede ser mi [verdadero] estudio de trabajo. Tiene lo que necesito, es para mi, lo tiene todo. Es lo que necesito, hasta el precio es razonable. Es espacioso, pisos de madera, paredes blancas, sin plafón, todo expuesto, industrial, sin mentiras. Solo tiene un defecto, ¿no podría yo tener todo a tan temprana edad verdad? Le faltan ventanas. Si lo rento, estaría desconectado del mundo exterior. No vería luz natural mientras trabajo, aire, aire natural no tendría.
Acabo de terminar de construir una clínica que si algo le faltan son paredes sin hoyos. No hay espacio en donde no entre el sol o de aire, para mi eso es mas importante que cualquier filosofía que me pueda querer meter cualquiera de mis colegas. Y bueno, diseño espacios con luz y viento natural, ¿pero yo no trabajo en uno?
Que ironías, bueno, lo único que se me ocurre es graduarme de ese espacio, habitarlo solo para entender mejor que se siente cuando un arquitecto sacrifica lo que para el humano debe ser natural. He decidido mudarme para ese espacio, adaptarlo con luces y aires artificiales, enfrentar la claustrofobia que tengo, al fino sabré siempre que estoy a unos pasos de la luz, de el viento, del buen diseño.
fucser
