Letras



At 10:02 a.m. on 12 diciembre 2003

Es dificil censurarse a uno mismo, pero a veces se tiene uno que dar cuenta que quiza se há pasado de la ralla con el lápiz. Siempre hé padecido de la enfermedad de la terrible lengua suelta. Algo que la verdad aún no junto lo suficiente para ir a investigarlo con un psicologo que me pueda entender. Eso como lo digo, aún no se de donde viene. Lo que si sé perfectamente de donde salió es mi sentido de culpabilidad que me hace [gracias a un dios] recapacitar y reservarme [claro, ya demasiado tarde] de lo dicho, de lo que ya afectó, de lo que ya dañó. No mal entiendan, jamás me arrepiento del idealismo proclamado, con eso siempre viviré. Soy defensor siempre fiel de los que estan a punto de llegar a la cima y de algunos otros prejuiciosos estandares pero muy pocas veces me arrepiento de lo que hé dicho, mas bien hé aprendido a editarme. Esta ves escribo sobre esto porque yo no fuí quien me editó esta ves. Creo que al leer un post de Julio en su blog desde Suecia, que mencionaba mi pasado escrito [9 diciembre] y despues darme cuenta que él mismo se había arrepentido de citarme porque quiza el sí verdaderamente se arrepientió de estar de acuerdo conmigo editandose de mi. Me dí cuenta que no estoy solo aquí. Estuve hasta cierto punto conciente de esto por los comentarios que se escriben pero no los hé tomado en serio de verdad. Ahora aprendo algo nuevo sobre este medio de escritura en la red.



fucser